Pueda ser yo una alta montaña frente a la
tormenta y una isla en medio del ancho mar.
Pueda ser yo un claro en el bosque y un oasis
en el desierto, una estrella para quien camina en la noche oscura y un vaso de
agua para quien tenga sed.
Pueda ser yo un amigo, un padre, un hermano,
un marido, un maestro para quien lo necesite y un discípulo para quien desee
enseñar.
Pueda ser yo una lámpara en el camino, un
brazo que se extiende, que no pide nada, que siempre da.
Pueda ser yo quien tú imagines, quien te
ayude a superar tus miedos, una mano en tu hombro, el viento en tu espalda cuando
quieras avanzar.
Pueda yo quererte sin condiciones, no
abandonarte nunca, sentirte siempre, no dejarte jamás atrás.
Pueda estar toda la eternidad a tu lado,
abrazarte en todo momento, saber que somos Uno, que no hay nada más.
Adaptación de una
hermosa oración Tibetana.
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