Hace
muchos años, vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un
cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los
aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del
mundo.
Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta le intentaron robar para obtener el cofre, pero todo era en vano.
Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta le intentaron robar para obtener el cofre, pero todo era en vano.
Cuanto
más deseaban el cofre, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.
Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz.
Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz.
Un
día llegó ante él un niño y le dijo:
“Señor,
al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. ¿Por qué no me enseñas
que debo hacer para conseguirlo?”
El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo:
El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo:
“Te
enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención.
En
realidad, son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y éstos son
mi mente y mi corazón. El gran secreto no es otro que una serie de pasos que
debes seguir a lo largo de la vida.
El primer paso, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.
El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar:
El primer paso, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.
El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar:
“yo
soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero
mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer”.
Este
paso se llama: autoestima alta.
El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama: motivación.
El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, pero tú, logra las tuyas.
El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, tú perdona y olvida.
El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, si así lo hicieras mañana te quitarán algo de más valor.
El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito.
El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama: motivación.
El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, pero tú, logra las tuyas.
El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, tú perdona y olvida.
El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, si así lo hicieras mañana te quitarán algo de más valor.
El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito.
Piensa
en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin
pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas
sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de
esta manera, puedan ser felices.
Aplica
estos pasos y verás qué fácil es ser feliz, porque, al final:
Depende
de ti querer ser feliz.”
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