Existen lugares en que lo sagrado es mundialmente
renombrado, podéis ir allí, pero no os dejéis sugestionar nunca, permaneced
lúcidos y atentos, no consideréis como sagrado y benéfico para vosotros más que
los lugares en que vosotros los sentís interiormente como tales.
Dejaros
penetrar por lo que emana del vegetal y del mineral.
Sentid el manas, el poder
que reside en algunos lugares u objetos.
Puede
que un árbol nos sorprende por su aspecto, permaneceremos durante bastante
tiempo contemplándolo y de tiempo en tiempo volveremos para contemplarlo.
Él
infundirá en nosotros una influencia que marcará nuestra alma.
Esto
será igual para un claro en el bosque, un desierto o cualquier otro lugar donde
la naturaleza está particularmente cargada de efluvios. Para cualquier otro
sitio de poder.
Una
montaña nos atraerá, y su ascensión constituirá una iniciación imborrable a los
niveles más sutiles.
Las
abluciones en una fuente o en un río nos purificarán de una manera
inolvidable...
Se
establecerá entre nosotros y algunas obras de arte una estrecha y positiva
comunicación.
Tener cerca de uno tal objeto artístico, constituirá una verdadera bendición.
Pero
a veces un simple guijarro encontrado en el camino, un trozo de madera o
cualquier objeto, aparentemente banal, nos sorprenderá por lo que de él se desprende, y sin caer
en el fetichismo, guardarlo y llevárnoslo constituirá una fuente de
enriquecimiento.
La
misma intuición nos impulsará a frecuentar a unas personas, y a evitar a otras.
A adoptar a tal animal, o a no hacerlo.
A escoger una casa o apartamento, y rechazar
otra.
A
determinar en una habitación cual es el lugar más propicio para nuestro
espíritu, y a utilizar este lugar para nuestras reflexiones y contemplaciones.
Es
inútil el multiplicar los ejemplos.
Quien
desarrolla su intuición sagrada, ve toda su vida entera enriquecida, dirigida y
protegida por esta intuición.
No
creáis que toda la Sabiduría esté en los libros.
La
Sabiduría, en sus formas más elevadas y más incomunicables, se descubre en el
silencio de los lugares en donde vibra lo sagrado.
Tal es la etapa que es preciso vivir antes de comprender que todo es sagrado.
Antes
de saber percibir lo Divino en lo más hondo de las cosas que en su apariencia
se muestran las más opuestas a Él.
Pues
lo Divino está en todo, a veces vibrando y brillando, a veces silencioso y
potencial, esperando la hora de su revelación.
Empaparos
de lo Divino allí en donde brilla.
Percibid
lo Divino allí en donde se oculta.
Y
en todo dejaros guiar por una intuición que se abre hacia lo alto.
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