Buda
nos aconseja recitar los “Cinco Recordatorios” cada día:
1.
Por mi naturaleza estoy destinado a envejecer.
No
hay forma de huir del envejecimiento.
2.
Por mi naturaleza estoy destinado a caer enfermo.
No
hay forma de huir de la enfermedad.
3.
Por mi naturaleza estoy destinado a morir.
No
hay forma de huir de la muerte.
4.
Todo cuanto yo quiero y las personas a las que amo tienen la naturaleza del
cambio.
No
hay forma de evitar tener que separarme de todo ello.
5.
Mis acciones son lo único que realmente me pertenece.
No
puedo huir de las consecuencias de mis acciones. Ellas son la base que me
soporta.
Esto
no es fatalismo, es una invitación a vivir con la conciencia plena aquí y ahora
en la absoluta felicidad del presente, del desapego al mismo concepto de
permanencia.
Eso
nos levará a la plenitud y al cese del sufrimiento.
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