Pasados los 50 años de vida, he aprendido que:El tiempo pasa.
La vida continúa.
La distancia separa.
Los hijos dejan de ser niños y se independizan y a los padres se les parte el corazón pero... es la vida
Los empleos van y vienen.
Las ilusiones, los deseos, la atracción, el sexo... se debilitan.
Las personas no son todas como creíste.
Los padres se mueren.
El llanto rompe mucho más fácil.
Los conocidos olvidan los favores.
Las carreras terminan.
La vejez se aproxima no tan lentamente.
Pero...los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuantos kilómetros se encuentren o cuanto hace que no se ven, nunca están más distantes que el alcance de tu necesidad, con los brazos abiertos y bendiciendo tu vida.
Ama a tus padres, cría a tus hijos, pero no pierdas a tus amigos, quiérelos
cuídalos y charla con ellos sin tener como propósito, imponer tus criterios.
Renan Moreno.
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