Enemiga de los hombres, acosada por una culpa antigua, poseída del horror de su propia apariencia, jamás se detiene en su vértigo de odio y espanto.
Allí va con los ojos tortuosos y lejanos y el cabello enredado de lianas.
Dando saltos con la pata de oso desaparece de la espesura.
Compañera de los tigres y las arañas, trasnochada por la pena de un amor desorbitado, la Patasola odia el agua, los cielos azules y la salida del sol.
Su reino pertenece a los crepúsculos y a las noches tenebrosas de los montes.
Aunque algunas veces, cuando olvida el dolor, canta o espera la aparición de la luna sobre el copo de los árboles.
Tiene el poder de la metamorfosis:
cambia de mujer horrible, de dientes felinos y ojos abultados a muchacha bella, insinuante como un espejismo entre los árboles.
Así atrae a los hombres y a los caminantes desprevenidos. Así los devora totalmente en la selva.
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/07/la-patasola.html |
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