Cuando no estemos
seguros de algo mejor optar por el silencio.
Lo que sale de
nuestra boca ya no se puede regresar.
Más vale un
momento de silencio que cien años tratando de hacer enmiendas por alguna
estupidez dicha.
Si no tenemos
palabras e intenciones buenas, mejor hacer uso de ese buen amigo que es el
silencio.
Ya lo dijo El
Buda, cuando estés a solas ten cuidado de tus pensamientos, y cuando estés
acompañado, ten cuidado de tus palabras.
El amigo más leal, el que nunca te traiciona, el que te salva
de situaciones y el que te enseña mil lecciones, es el silencio.
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