Payasos

"- Abuelita, ¿me cuentas un cuento? –
- Pues verás, Hija mía, hace mucho tiempo, durante la Creación, cuando la tierra todavía estaba vacía, Dios juntó a las almas que la poblarían y las puso en fila junto a Él. Así, una a una, fueron pasando todas delante de Su Trono, exponiéndole cada cual qué papel le gustaría hacer en este nuevo planeta. 
Algunas dijeron: - Oh Dios mío, nosotras queremos ser fuertes y poderosas – Entonces Dios les concedía encarnar en cuerpos de elefantes, osos, bisontes etc. Otras, en cambio, decían: - Oh Señor, nosotras queremos ser altas y delgadas – Y Dios les concedía cuerpos de jirafas, avestruces… - 
Otras decían: - Nosotras queremos utilizar la razón para superar cualquier problema – Y Dios les concedía encarnar en seres humanos.
Algunas deseaban surcar los aires, otras los mares, algunas quisieron ser invisibles… Así, cuando ya habían pasado casi todas, de repente, una pequeña y tímida alma se acercó al Asiento Divino y Dios le preguntó: - Y tú, hija mía, ¿qué quieres ser en esta tierra? –
Oh Señor, yo desearía hacer reír a los niños, contarles cuentos, cantarles canciones, hacerles soñar con mundos llenos de fantasía. Además, a los adultos, me gustaría recordarles que, una vez, también fueron niños – Y gustó tanto a Dios esta propuesta, le alegró tanto, se puso tan feliz, que sonrió. 
Y mirando a la pequeña, complacido, dijo: - Ve y haz como has dicho, porque si has sido capaz de hacer sonreír a Dios, podrás seguro cumplir con tu deseo. Haz reír a los más pequeños, ayúdalos a crecer, háblales de mundos fantásticos que enriquezcan su imaginación, cántales canciones que les ayuden a dormir, trabaja para que sean felices. Y a los adultos, recuérdales su infancia para que no olviden al niño que un día fueron. Para ello, te bendigo con una Luz procedente de mí que irradiarás en tu rostro, por lo que tendrás que usar maquillaje para que nadie se asuste o me reconozca a Mí en ti. Te aseguro que mientras tú y tu descendencia sigáis haciendo vuestra labor, la tierra seguirá girando. Pasad desapercibidos, dejad que los necios os insulten. Recordad siempre que trabajáis para Mí –
- Oh abuelita, pero quiénes son esos seres que encarnaron en la tierra para hacer esa labor ¿Están aquí todavía? – 
Oh sí, querida niña, aunque por desgracia cada vez quedan menos. Se les conoce con el nombre de Payasos…"

Autor desconocido