jueves, 6 de marzo de 2014

Esta Barca También Está Vacía


Uno de los maestros Zen más sobresalientes, Lin Chi, solía decir: «Cuando era joven me fascinaba ir en barca. Tenía una pequeña barca, y solía ir al lago solo. Me quedaba allí durante horas y horas.


Una vez sucedió que estaba meditando en mi barca con los ojos cerrados durante una noche muy hermosa. Una barca vacía llegó flotando corriente abajo y golpeó mi barca. Tenía los ojos cerrados, así que pensé: "Hay alguien con su barca y ha golpeado la mía." Surgió la ira. Abrí los ojos y, enfadado, iba a decirle algo a ese hombre; entonces me di cuenta de que la barca estaba vacía. No había manera de continuar. ¿A quién podía expresarle mi ira? La barca estaba vacía. Simplemente estaba flotando corriente abajo, y había llegado y golpeado mi barca. Así que no había nada que hacer. No había ninguna posibilidad de proyectar la ira en una barca vacía.»

De modo que Lin Chi dijo: «Cerré los ojos. La ira estaba allí, pero al no encontrar una salida, cerré los ojos y floté hacia dentro siguiendo la ira. Y esa barca vacía se convirtió en mi realización. Llegué a un punto dentro de mí mismo en esa noche silenciosa. Esa barca vacía fue mi maestro. Y ahora, si viene alguien y me insulta, me río y digo: "Esta barca también está vacía." Cierro los ojos y entro en mí.»

(Osho)




No hay comentarios.:

Publicar un comentario