-El
potencial del Guerrero radica en tres grandes pilares. La sensibilidad, la
responsabilidad y la disciplina.
La disciplina interior, nace producto de una actitud ante la vida, de la toma
de una decisión; pero requiere que se cultive, se fortalezca y acrecenté. La
disciplina es una intención premeditada, consciente y continua, que poco a poco
va generando una poderosa fuerza interna a la que llamamos "voluntad".
El Guerrero va desarrollando, poco a poco, un "intento inflexible" por transformarse así mismo y poco a poco,
empieza a notar cambios sensibles en su interior y en el mundo que le rodea.
Sin esa fuerza los seres humanos somos partículas de polvo en el vendaval de la
vida enajenada.
Uno de los grandes logros de nuestra ancestral
cultura es la humildad. En efecto, la humildad deviene de la sabiduría. Cuando
una persona es sabia, en consecuencia es humilde, e inversamente, en cuanto más
ignorante es una persona, más prepotente y arrogante es. Para que una persona
sea humilde, se requiere mucho trabajo y poder interior. Implica el
conocimiento y el control interno.
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