Una mujer estaba buscando algo en el
suelo junto a un farol.
Pasó por allí un hombre y se paró,
curioso, a observar a la mujer, que afanosamente buscaba y buscaba.
Intrigado, después de un rato, el
hombre preguntó:
- Buena mujer, perdona que me inmiscuya en tus asuntos, pero ¿podrías decirme qué buscas?
Y la mujer repuso:
- Busco una aguja que he perdido en mi casa, pero como allí no hay luz he venido a buscarla junto a este farol.
- Buena mujer, perdona que me inmiscuya en tus asuntos, pero ¿podrías decirme qué buscas?
Y la mujer repuso:
- Busco una aguja que he perdido en mi casa, pero como allí no hay luz he venido a buscarla junto a este farol.
Como esa mujer proceden muchos seres humanos.
En lugar de buscar dentro de ellos
mismos (donde mora el más verdadero gurú, el paraíso interno, la respuesta),
buscan fuera de ellos lo que jamás podrán hallar fuera.
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