La Respuesta Del Muerto

Cuando Maniya (años más tarde un famoso predicador) fue a ver a un maestro en busca de su consejo, éste le pidió que le mostrara el sonido de una sola mano.

Maniya se concentró profundamente durante mucho tiempo y regresó donde el maestro.
-No trabajas con el suficiente interés-, le reprendió éste.
-Estás demasiado apegado a la comida, a la salud, a las cosas y a este sonido. Sería mejor que estuvieses muerto. Eso solucionaría el problema.
Cuando Maniya fué por segunda vez a entrevistarse con el maestro, éste le volvió a preguntar por el sonido de una sola mano.
Maniya se echó entonces súbitamente al suelo, como si hubiera muerto.
-Representas muy bien el papel del cadáver-, observó el maestro.
-Pero, ¿qué me dices del sonido de una sola mano?
-No lo he solucionado todavía-, contestó Maniya, abriendo los ojos.
-¡Los muertos no hablan!-, dijo el maestro.
-¡Lárgate de aquí!