Luces y sombras te rodean, voces que te llaman, gritos de desesperación y el corazón explotó.
En la noche el alma se perdió.
Continúa el enfrentamiento entre el sí y el no, lo que es y no es.
El ser se divide... dualidad, rechazo, incomprensión...
Las dudas abren el abismo que separa la tierra.
En el abismo el vacío y en el vacío el silencio habla y la verdad resplandece en la oscuridad.
¿Dónde está la visión unificadora?
La que da sentido a la vida, la que olvidamos y recordamos, la que perdemos y reencontramos.
La corriente del río de la vida nos arrastra al destino.
Y desde la quietud se observa el movimiento y con cada cambio hay que soltar y saltar el abismo, hundirse en el caos y en la locura sacar al genio de la lámpara.
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