Mi maestro siempre fue muy reacio a hablar de cuestiones
metafísicas con
cualquiera, por eso, en ocasiones, surgían malos
entendidos.
Incluso cierta vez le acusaron de no creer en la
reencarnación, a lo que él
contesto:
-No es que no crea
en la reencarnación, es que creo que todas las vidas
pasadas, la
presente y las que están por venir, son una sola vida, repartida
en
infinidad de cuerpos.
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