Por muy rápido que
corras, tu sombra no solo te sigue siempre
sino que, a veces, ¡Se te adelanta!
Solo el pleno sol sobre la vertical, te reduce la sombra.
¡Pero esa sombra también te hace un servicio!
Lo que te duele, te bendice. La oscuridad es tu candela.
Tus límites son tu búsqueda.
Tienes que tener tanto una sombra, como una fuente de luz.
Escucha y reposa tu cabeza, bajo el árbol del sobrecogimiento.
Ahí, en el aliento silencioso, es donde vive el alma
Rumi
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