lunes, 4 de agosto de 2014

Conflicto

Conozco la torpeza sólo cuando comparo. 
Veo que usted es muy brillante, muy astuto, muy inteligente, y al compararme con usted digo que soy torpe. 
Pero si no me comparo, soy lo que soy; ¿verdad? 
Entonces puedo empezar a partir de ahí; pero si todo el tiempo me comparo a mí mismo con usted que es brillante, atractivo, capaz, etc., estaré en constante conflicto con usted. 
Sin embargo, si acepto lo que soy, eso que soy, a partir de ahí puedo empezar. Por tanto, el conflicto existe sólo cuando negamos el hecho real de ‘lo que uno es’. Soy esto, pero si todo el tiempo trato de ser aquello, estoy en conflicto. 
Hacemos eso porque estamos atrapados en el llegar a ser psicológico. 
Todos quieren llegar a ser hombres de negocios, santos o quieren meditar correctamente; ¿no es cierto? 
De manera que están en conflicto. 
En vez de darme cuenta del hecho de que soy violento y no moverme de ese hecho, pretendo ser no violento, y con el pretender ser no violento empieza el conflicto. 
Así pues, ¿dejará de pretender y dirá: “Soy violento, voy a afrontar la violencia”?






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