viernes, 18 de julio de 2014

No Saber






















Sólo un hombre sabio puede afirmar no saber; 
pero, al decir que no sabe, no está persiguiendo el conocimiento, sino sólo comentando un hecho. 
Y cuando puedes afirmar de todo corazón que no sabes, en ese mismo momento tus ojos se abren, los ojos del conocimiento se abren. 
Cuando puedes decir con la totalidad de tu ser que no sabes, te vuelves capaz de aprender. 
Esta ignorancia es hermosa, pero se accede a ella a través del conocimiento; es como la pobreza a la que se accede a través de la riqueza, y lo mismo sucede con el yo: puedes perderlo si lo posees.
Cuando Buda desciende de su trono, se transforma en un mendigo. 
¿Cuál es su necesidad? 
Era un rey, con su trono, en el punto máximo de su yo. 
Pero Buda tiene belleza en su mendigar. 
En la tierra jamás se conoció un mendigo tan hermoso, tan majestuoso. ¿Qué pasó cuando descendió de su trono? 
Descendió de su yo. 
Descendió y entonces se quedó sin yo. 
Esta falta de yo no es modestia, es humildad.



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