Para
apreciar la vida en su totalidad uno tiene que vivir al máximo sin olvidar que también
existen los bellos momentos de calma.
Siempre
se busca un balance en el cual uno debe encontrar su propia espiritualidad.
En
ese aspecto representa una gran liberación el momento en que uno se reconoce
como no-mente; ese bello estado puede durar poco o bastante...pero después
dependiendo del equilibro de cada uno, se puede encontrar la manera correcta de
vivir... o no.
Aquí
es donde la cosa se pone interesante o desquiciante (la noche oscura del alma
por ahí leí que le llaman a la segunda opción), aquí es donde los tesoros de la
mente no valdrán nada ante el impacto de la tormenta.
Pero
en esta oscuridad uno quizá puede comprender y apreciar lo que antes no podía
ver, que incluso la luz no te dejaba ver.
Aceptación
será la clave.
Quizá
el hermoso silencio ya no sea una opción fácil de acceder, pero no es necesario
luchar con la mente, escúchala, pero no le creas.
Amor
es aceptación deja fluir la tormenta cualquiera que sea.
Si
puedes soltar, suelta.
Sino
solo observa, escucha como escucharías a un niño.
El
dolor quizá te muestre lo que no eres.
Quizá
no estemos aquí para trascender sino para amar, amar cada parte de ti, del todo.
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