martes, 31 de marzo de 2015

La Paradoja Del Empujón


La fuerza excesiva causa el contragolpe.
Las intervenciones e instigaciones constantes no forman un buen grupo.
Lo corrompen.
El mejor proceso de un grupo es delicado.
No se le puede estar empujando, ni discutiendo, ni peleando.
El líder que trata de controlar al grupo mediante la fuerza, no entiende el proceso del grupo.
La fuerza puede costarle la adhesión de sus miembros.
Los líderes que empujan creen que están facilitando el proceso del grupo; en realidad, lo están parando.
Creen que están construyendo un grupo sólido; en realidad, están destruyendo su coherencia y creando facciones.
Creen que sus constantes intervenciones significan habilidad; en realidad estas intervenciones son groseras e inapropiadas.
Creen que su liderato les otorga autoridad absoluta; en realidad, su conducta no se gana el respeto.
El buen líder permanece centrado y aterrizado y usa la menor fuerza posible para actuar con eficacia.
El líder evita el egocentrismo y enfatiza el ser más que el hacer.


John Heider
El TAO de los lideres

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