El síndrome
de la “boca floja”, que parece infectar a muchas personas en los hacinados
ambientes urbanos, agota las reservas de energía y puede verdaderamente bajar
la resistencia y perjudicar la inmunidad.
En algunas tradiciones asiáticas como la tibetana
por ejemplo, a la energía se le suele llamar “habla”. Esto se debe a que al
hablar se gasta una tremenda cantidad de aliento y energía, y, a menos que
salga en forma de mantras, cánticos u oraciones, el habla suele ser
indisciplinada, irregular y muchas veces innecesaria.
Se dice que hace 600 años dijo el maestro del Tao y artista marcial Chang Sang-feng:
Se dice que hace 600 años dijo el maestro del Tao y artista marcial Chang Sang-feng:
“Olvida las palabras y no se dispersara tu
energía”.
El adepto y escritor taoísta Liu I-Ming está de
acuerdo cuando dijo:
“Cuando
la boca habla la energía se dispersa”.
A menos que uno tenga algo importante que decir, es siempre mejor tener la boca cerrada, porque la cháchara ociosa y los monólogos maratonianos son como neumáticos pinchados: dejan escapar la energía y se desinflan.
El silencio es una eficaz manera de conservar la energía para usos internos más importantes.
A menos que uno tenga algo importante que decir, es siempre mejor tener la boca cerrada, porque la cháchara ociosa y los monólogos maratonianos son como neumáticos pinchados: dejan escapar la energía y se desinflan.
El silencio es una eficaz manera de conservar la energía para usos internos más importantes.
Dice un antiguo adagio chino:
“La enfermedad entra por la boca y los
desastres salen por la boca”.
La primera parte del adagio es evidente, la boca abierta invita a entrar en el organismo a gérmenes, polvo y toxinas que están en el aire; la segunda frase hace alusión al hecho de que a menudo nos creamos nuestros desastres personales por hablar demasiado y sin pensar, ofendiendo a otras personas, revelando cosas que estaban mejor en secreto, causando mala impresión, etc.
La primera parte del adagio es evidente, la boca abierta invita a entrar en el organismo a gérmenes, polvo y toxinas que están en el aire; la segunda frase hace alusión al hecho de que a menudo nos creamos nuestros desastres personales por hablar demasiado y sin pensar, ofendiendo a otras personas, revelando cosas que estaban mejor en secreto, causando mala impresión, etc.
De modo que elija las palabras con cuidado, hable en voz baja y no diga más de lo necesario.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario