La cultura
tradicional china, que se cree fue legada por los dioses a los humanos, es un
recurso espiritual infinito para las generaciones futuras, una fuente de
conocimiento capaz de dotar de los más profundos significados a la literatura,
la música, la pintura, la caligrafía y a todo tipo de artes.
La cultura
china es profunda y tiene una larga historia. En su entendimiento sobre el
universo y la vida, resalta la armonía entre el Cielo y la Tierra , considerando a la moral
como condición necesaria para conseguir la armonía entre la naturaleza y la
humanidad. Por ello, los chinos adoraron al Cielo y prestaron atención a la
virtud durante milenios.
El profundo
significado de la visión tradicional de la antigua China sólo puede ser
entendido y experimentado a través de la elevación moral y espiritual que
dejaron los caminos espirituales del taoísmo, con su énfasis en la
"verdad"; el budismo, que hace hincapié en la "compasión";
y el confucianismo, con su prédica de "benevolencia, rectitud, buenas
costumbres, sabiduría y honestidad".
Por eso se
conocen las enseñanzas del confucianismo, el budismo y el taoísmo como el
corazón de la cultura tradicional china; de ellas se desprenden los principios
éticos, valores morales, rituales, estilos de vida, costumbres, hábitos y hasta
el desarrollo científico y social que conformaron la cosmovisión del pueblo
chino desde su remoto comienzo.
Durante
generaciones, los chinos recibieron enseñanzas de metáforas que reflejan
estados emocionales o espirituales. Por ejemplo, hablan del bambú cuando quieren
simbolizar la integridad, o del ciruelo cuando se trata de la dignidad. El jade
representa el carácter noble de un caballero y refleja la admiración de la
gente por la gran virtud, como también la esperanza de perfeccionar el carácter
humano. A menudo se refieren a la flor de loto para representar un estado de
pureza, porque esta mística planta crece en el lodo sin ser contaminada, emergiendo
pura y delicadamente hacia la superficie.
Cuando en el
helado y crudo invierno florece el ciruelo, al pueblo chino le invade una
sensación de felicidad y gran emotividad, pues es un indicio de que muy pronto llegará
la primavera. La flor de ciruelo es elegante, pura y encantadora; su placentera
y suave fragancia llega muy lejos, penetrando los corazones de la gente con su dulce
aroma. En medio de la lluvia y la intensa nieve, su persistente fuerza motiva a
la gente a seguir adelante y renueva las esperanzas después de un largo y duro
invierno.
A menudo, las
personas destacadas y las personalidades más virtuosas de la antigua sociedad china
se compararon, por sus características similares, a la flor del ciruelo. Por
ejemplo, Tao Yuanming (372 - 427) fue un escritor chino que persistió en su dignidad
y no se rindió ante la fama y el interés personal. Zhuge Liang (181-234), como
estratega y consejero del reino de Shu, mantuvo su lucidez y logró grandes
aspiraciones. Liu Yuxi (772-842) era un filósofo y poeta que mantenía al mundo
entero en su mente a pesar de residir en un cuarto humilde y frío. Lu You (1125-1209)
fue un funcionario de gobierno al que bajaron de rango varias veces, pero
siempre mantuvo su lealtad a la nación; además, como poeta, durante toda su
vida amó y alabó a las flores de ciruelo, y consideraba que estaba forjando el
carácter de una flor de ciruelo.
Hay quienes
también se compararon con el jade, pues sus atributos lo hace un elemento valioso
dentro de la cultura tradicional china. El jade representa los valores y el
espíritu de la cultura tradicional china y sus cualidades son usadas como
metáfora para la virtud de un caballero.
Confucio dijo
una vez, "un caballero atesora la virtud igual que el jade", y
"el jade acompaña al hombre virtuoso; sin motivos excepcionales, el jade
no debe separarse del hombre". El jade tiene cinco características: es
suave y resplandeciente, lo cual representa la benevolencia; es filoso, pero no
herirá a otros, lo cual representa rectitud. Cuando el jade es colgado en la
pared, representa los modales adecuados. Todo el jade es sólido y denso, así
representa la sabiduría; es colorido, no obstante claro de adentro hacia fuera,
lo cual representa la honestidad. De esta manera se declaró la conexión entre
el jade y un caballero, y fue usado para disciplinar a los eruditos y
oficiales. El confucianismo se vio representado en el jade, por tener las
características de la benevolencia, la rectitud, los buenos modales, la
sabiduría y la honestidad.
El color del
jade va de transparente a opaco, igual que, el cielo y representa la nobleza,
la pureza y el carácter pacífico de un caballero.
Los destellos
también son fáciles de ver, igual que la franqueza del caballero que no oculta
sus defectos. Además, la belleza del jade se puede ver desde cualquier ángulo, del
mismo modo que la integridad y la persistencia en la virtud de un caballero,
que no hace trampa aunque nadie lo vea. No sólo el color del jade encaja con el
cielo, sino que su significado también es consistente con la forma del cielo.
En otras
palabras, el jade puede armonizar muchas cosas, del mismo modo que la virtud de
un caballero puede ayudar a los que lo rodean. A todos los chinos les gusta el
bello jade, porque la gran virtud representa al Tao y es respetada en todas
partes.
Durante la
historia china, los hombres sabios y virtuosos que buscaban conformar el camino
celestial, siempre usaron los ejemplos del jade, las flores de loto y del
ciruelo para educar a los pueblos. Confucio pasó toda su vida enseñando a la
gente a ser pura, benevolente y perseverar a pesar de las tribulaciones.
Desde el punto
de vista de una cultura milenaria, la fuerza de los valores morales y las
creencias tradicionales pueden poner fin a un mundo de diferencias y conflictos
y proporcionar una paz más profunda. Frente a un mundo caótico, esta fuerza
puede permitir que las personas tengan en su mente un pedazo de tierra pura donde
mantener la paz, encontrar la integración del hombre y la naturaleza, y
reencontrarse con: la belleza de la armonía y los valores de la vida.
Moli Hua
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