jueves, 21 de noviembre de 2013

"Un Niño Llamado Sueño"

"UN NIÑO LLAMADO SUEÑO"

"Una vez, en el lugar más hermoso del universo vivía un niño llamado Sueño, el cual anhelaba crecer y conocer otros mundos.

Sueño se pasaba la vida por allá en lo alto, por las nubes, jugando y jugando todo el día.

Una vez, se dio cuenta que él no crecía como lo hacían sus amigos; además, empezó a sentirse muy débil, y poco a poco perdió sus ganas de jugar.

Un gran día se le presento un mensajero llevaba consigo un maletín muy especial que contenía alimentos Divinos, para así fortalecer y hacer crecer al niño.

Desde el mismo instante en que aquel mensajero llegó, Sueño empezó a sentirse mejor y mejor, ya que cada día, aquel mensajero lo alimentaba con aquellos manjares:

Muchos caldos de constancia con fuerza; platos muy nutritivos de voluntad y trabajo; postres hechos a base de voluntad y paciencia; fantásticos jugos hechos con decisión. Y lo más importante: Tratándolo con mucha confianza y sobre todo, con mucho amor, Sueño creció y creció, y llegó a dejar de ser Sueño, para convertirse en Meta y, claro que siguió jugando, pero ya no por las nubes, sino aquí en la tierra, poco a poco fue conociendo otros mundos, mundos como la felicidad y la satisfacción. Y, cierto día, Meta dejó de ser Meta y se transformó en REALIDAD.

"Yo quiero que mi Sueño se convierta en Meta y luego en REALIDAD.... y para eso, creo que debo empezar a vivir"."Una vez, en el lugar más hermoso del universo vivía un niño llamado Sueño, el cual anhelaba crecer y conocer otros mundos.
Sueño se pasaba la vida por allá en lo alto, por las nubes, jugando y jugando todo el día.
Una vez, se dio cuenta que él no crecía como lo hacían sus amigos; además, empezó a sentirse muy débil, y poco a poco perdió sus ganas de jugar.
Un gran día se le presento un mensajero llevaba consigo un maletín muy especial que contenía alimentos Divinos, para así fortalecer y hacer crecer al niño.
Desde el mismo instante en que aquel mensajero llegó, Sueño empezó a sentirse mejor y mejor, ya que cada día, aquel mensajero lo alimentaba con aquellos manjares:
Muchos caldos de constancia con fuerza; platos muy nutritivos de voluntad y trabajo; postres hechos a base de voluntad y paciencia; fantásticos jugos hechos con decisión. Y lo más importante: Tratándolo con mucha confianza y sobre todo, con mucho amor, Sueño creció y creció, y llegó a dejar de ser Sueño, para convertirse en Meta y, claro que siguió jugando, pero ya no por las nubes, sino aquí en la tierra, poco a poco fue conociendo otros mundos, mundos como la felicidad y la satisfacción. Y, cierto día, Meta dejó de ser Meta y se transformó en REALIDAD.
"Yo quiero que mi Sueño se convierta en Meta y luego en REALIDAD.... y para eso, creo que debo empezar a vivir".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario