El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.
Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean. Hay quienes en tu
mismo ambiente supieron vencer. Las circunstancias son buenas o malas
según la voluntad o fortaleza de tu corazón.
No te quejes de tu
pobreza, de tu soledad o de tu suerte. Enfrenta con valor y acepta que
de una u otra manera son el resultado de tus actos y la prueba que has
de ganar.
No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a
otro. Acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda
que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan
terrible para claudicar. Deja ya de engañarte. Eres la causa de ti
mismo, de tu necesidad, de tu fracaso.
PABLO NERUDA
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