Me preguntáis por qué
vivo en las montañas azuladas.
Sonrío y no contesto, el corazón tranquilo.
Las flores de melocotón se van, flotando a lo lejos, por el arroyo.
Sonrío y no contesto, el corazón tranquilo.
Las flores de melocotón se van, flotando a lo lejos, por el arroyo.
Es otro mundo,
distinto del de los hombres.
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