Cuando tenía doce años me decía:
‘Algún día seré grande, fumaré y me pasaré las noches en un escritorio, escribiendo’.
Ahora ya soy un hombre, estoy fumando sentado en mi escritorio, escribiendo, y me digo:
‘Cuando tenía doce años era un perfecto imbécil’.
Julio Ramón Ribeyro Zúñiga
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