domingo, 31 de julio de 2022

El Sueño

El sueño me enseñó a actuar frente a mis temores.

Hubo un tiempo en el que frecuentemente tenía la misma pesadilla: estaba en un desierto y desde el horizonte surgía, como una nube inmensa de negatividad, un ente psíquico decidido a destruirme.

Me despertaba gritando y empapado en sudor...

Un día me cansé y decidí ofrecerme en sacrificio al ente.

En el apogeo del sueño, en un estado de terror lúcido, me dije:

‘De acuerdo, voy a dejar de querer despertarme.

No tienes más que venir a destruirme’.

El ente se acercó y, de repente, desapareció.

Desperté unos segundos y volví a dormirme plácidamente.

Entonces comprendí que somos nosotros mismos quienes alimentamos nuestros terrores. Aquello que nos atemoriza pierde toda su fuerza en el momento en que dejamos de combatirlo.

Es una de las enseñanzas clásicas del sueño lúcido.

Varias veces he logrado controlar el miedo al tránsito final atravesando mi propia muerte.

 

 

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