Parecer fuerte tiene su precio. Porque si pareces fuerte nadie te ofrecerá su ayuda. A nadie le interesa como te sientas. Tienes que poder con todo solo y siempre van a esperar mucho de ti. Y tú... Intentas de corazón estar para todos, pero... ¿Quien está para tí? Porque a veces es demasiado la carga de tener que poder, saber, entender o querer siempre. A veces es demasiado cansado estar a la altura de las expectativas de los demás. Porque la verdad es que a veces no puedes. A veces no sabes. A veces no entiendes. A veces no quieres. A veces también necesitas que alguien te diga que todo va a estar bien. Parecer fuerte tiene su precio... Siempre tener que pelear tus batallas... Completamente solo.
Tomado de la web
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