Vas a ser más feliz cuando aceptes la impermanencia:
Que las relaciones tienen un fin.
Que la gente querida y que amas se muere.
Que las cosas se pierden o se rompen.
Que las situaciones se acaban.
Que nada dura para siempre.
Eso no es malo, no es una maldición, no es negativo, ni pesimista, no es una imposición de alguien...
Así es la realidad, la talidad (las cosas tal cual son, las cosas como son), la ley de la vida, la impermanencia, la transitoriedad de todo, el cambio, la mutación.
Aceptar eso te va a dar mucha paz y tranquilidad.
Te vas a dar cuenta de que tu depresión no tiene sentido porque no tiene sustento.
Es solo tu ego que quiere que las cosas sean permanentes, un capricho imposible de cumplir.
¿Cómo curarte?
Vive el aquí y el ahora intensamente.
Tomado de la red
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