Afortunadamente, antes de desarrollar un tic nervioso permanente, conocí a Ramesh. Le expliqué todo lo que estaba haciendo, cómo estaba intentando detener esa oscilación, y me dijo: "Wayne, detener el péndulo es lo que se conoce como muerte". Detener la oscilación es la muerte. La vida es el movimiento entre los polos opuestos. Me ayudó a entender que a lo que se refería el Tercer Patriarca Zen con "El Gran Camino no es difícil para aquel que no tiene preferencias" era a la implicación del movimiento. De hecho, el mismo traductor del pequeño libro Hsin-Hsin Ming volvió a traducirlo unos treinta años después, y en su nueva traducción, cambió la frase de "El Gran Camino no es difícil para aquel que no tiene preferencias" por "El Gran Camino no es difícil para aquel que no se apega a las preferencias". Una enorme diferencia, ¿la ves?
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