El hombre
es la más elevada de las criaturas, La mujer el más sublime de los ideales.
El hombre
es el cerebro, la mujer el corazón,
El
cerebro fabrica luz; El corazón el amor.
La luz
fecunda; el amor resucita.
El hombre
es fuerte por la razón, La mujer invencible por las lágrimas,
La razón
convence; las lágrimas conmueven.
El hombre
es capaz de todos los heroísmos, la mujer de todos los martirios,
El
heroísmo ennoblece; el martirio sublima.
El hombre
es código, la mujer evangelio,
El código
corrige; El evangelio perfecciona.
El hombre
es un templo, la mujer el sagrario,
Ante el
templo nos descubrimos; Ante el sagrario nos arrodillamos.
El hombre
piensa, la mujer sueña,
Pensar es
tener en el cráneo una larva;
Soñar es
tener en la frente una aureola.
El hombre
es un océano, la mujer es un lago,
El océano
tiene la perla que adorna;
El lago
la poesía que deslumbra.
El hombre
es el águila que vuela, La mujer el ruiseñor que canta,
Volar es
dominar el espacio; Cantar es Conquistar el alma.
En fin el
hombre está colocado donde termina la tierra,
La mujer
donde comienza el cielo.
Víctor Hugo
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