El intelectual está siempre luciéndose, el amante, siempre perdiéndose.
El intelectual se escapa.
Por miedo a ahogarse; todo el asunto del amor...es ahogarse en el mar.
Los intelectuales planean su reposo; los amantes se avergüenzan de descansar.
El amante siempre está solo.
Aun si está rodeado de personas; como el agua y el aceite, él permanece separado.
El hombre que se toma la molestia de dar consejos a un amante, no consigue nada.
Es burlado por la pasión.
El amor es como el almizcle.
Atrae la atención.
El amor es un árbol, y los amantes, su sombra.
Rumi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario