Un
monje que llevaba cierto tiempo junto a Tao U, le dijo un día:
-Desde que estoy aquí, no he recibido la menor enseñanza acerca del estudio del espíritu.
-Desde que estás aquí no he cesado de enseñarte cómo se estudia el espíritu -respondió Tao U.
-¿De qué modo, maestro?
-Cuando me trajiste una taza de té, ¿acaso no la acepté?; cuando me serviste la comida, ¿acaso no la tomé?; cuando te inclinaste ante mí; ¿acaso no te devolví el saludo? Entonces, ¿cuándo he descuidado tu enseñanza? Si deseas ver mira directamente. Pero si intentas pensar acerca de tu enseñanza, fallas completamente -manifestó el maestro.
-Desde que estoy aquí, no he recibido la menor enseñanza acerca del estudio del espíritu.
-Desde que estás aquí no he cesado de enseñarte cómo se estudia el espíritu -respondió Tao U.
-¿De qué modo, maestro?
-Cuando me trajiste una taza de té, ¿acaso no la acepté?; cuando me serviste la comida, ¿acaso no la tomé?; cuando te inclinaste ante mí; ¿acaso no te devolví el saludo? Entonces, ¿cuándo he descuidado tu enseñanza? Si deseas ver mira directamente. Pero si intentas pensar acerca de tu enseñanza, fallas completamente -manifestó el maestro.
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