sábado, 23 de enero de 2016

Wabi-Sabi


Wabi-Sabi

Las palabras wabi y sabi no se traducen fácilmente. 
Wabi inicialmente refería la soledad de vivir en la naturaleza, lejos de la sociedad, mientras que sabi significaba "frío", "flaco" o "marchitado".
Hacia el siglo XIV estos términos comenzaron a cambiar, adquiriendo connotaciones más positivas.
Wabi ahora connota simpleza rústica, frescura o quietud, siendo aplicable tanto a objetos naturales como hechos por el hombre, o elegancia subestimada.
También se puede referir a peculiaridades o anomalías que surgen durante el proceso de construcción y dotan de elegancia y unicidad al objeto. 
Sabi es la belleza o serenidad que aparece con la edad, cuando la vida del objeto y su impermanencia se evidencian en su pátina y desgaste, o en cualquier arreglo visible.
Desde un punto de vista del diseño o ingeniería, wabi se interpretaría como la cualidad imperfecta de cualquier objeto, debida a inevitables limitaciones en el diseño y construcción.
Así, sabi podría ser interpretado como el aspecto de imperfecta fiabilidad o limitada mortalidad de cualquier objeto; de aquí la conexión etimológica con la palabra japonesa sabi, oxidarse.
Ambos conceptos, wabi y sabi, sugieren sentimientos de desconsuelo y soledad.
Según la perspectiva budista Mahayana, estas son características positivas, al representar la liberación del mundo material y la trascendencia hacia una vida más sencilla.
La propia filosofía Mahayana, sin embargo, advierte de que la comprensión verdadera no puede alcanzarse mediante palabras o lenguajes, por lo que aceptar el wabi-sabi en términos no verbales sería el enfoque más adecuado.
Los conceptos de wabi y sabi son originariamente religiosos, pero su actual uso en japonés es bastante informal.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario