miércoles, 27 de enero de 2016

Cada Sonrisa Puede Encerrar Mucha Tristeza


No todas las sonrisas demuestran verdadera felicidad.
Algunas, intentan esconder una tristeza que te ahoga y te presiona, que te sume en una profunda depresión.
Pero tú lo disimulas lo mejor que puedes y parece que al final lo logras.
Muchas personas saben fingir muy bien estar bien cuando en realidad no están pasando por su mejor momento.
También son muchas las personas que ignoran este hecho y, aunque puedan ver algo raro, no les interesa preocuparse demasiado por si en realidad la otra persona está bien de verdad o nos está mintiendo.
Sonrisas amplias, sonrisas aparentemente verdaderas, sonrisas que gritan ayuda, sonrisas que solo muy pocos escuchan

Depresión sonriente
¿Por qué las personas que están pasando por un mal momento intentan esconder su dolor?
¿Qué les hace responder “estoy bien” a la pregunta de “cómo estás”?
Realmente, si tú has pasado por esto quizás sepas la respuesta.
Ellos mismos no saben porqué ocultan su dolor.
Quizás es que no quieren involucrar a otros en sus problemas.
En ocasiones, lo único que intentan es no cargar a los demás con preocupaciones.
Las personas que pueden estar pasando por una depresión o un momento de tristeza sumo y sonríen, saben que tienen que pasar por este dolor ellas mismas, por eso no dicen nada, por eso dicen siempre “estoy bien”.
En ocasiones, escondes la tristeza tras una sonrisa.
Solo así te das cuenta de a quién le importas de verdad, quién sabe en realidad que no estás tan bien como quieres aparentar
Es cierto que no podemos “solucionar” el dolor de nadie.
Es cierto que muchas veces nos sentimos impotentes ante tal hecho.
La verdad es que solo podemos decir “voy a estar ahí para lo que necesites, pero el camino lo vas a tener que recorrer tú mismo”.
Por mucho que nos duela ver a una persona sufrir, sabremos que no podremos sacarla de ese dolor, sino tan solo ofrecerle toda nuestra fuerza para que cuando se derrumbe pueda volver a levantarse y seguir enfrentándose a tal dolorosa situación.
Podemos englobar algunos motivos generales que pueden ocasionar esta “depresión sonriente” este dolor que se ve vestido de sonrisas, cuando en realidad debería ir vestido de dolor:
-Sientes vergüenza del problema:
la sociedad nos ha hecho sentir vergüenza de algunos problemas que nos abordan y casi nos ha obligado a mostrar siempre una faz de felicidad.
Así, a veces nos avergonzamos de nuestros problemas e intentamos disimularlos, sin éxito en ocasiones.
-No quieres reconocer el problema:
a veces no queremos reconocer que tenemos un verdadero problema que nos está haciendo mucho daño, es por eso por lo que nos mentimos a nosotros mismos disimulando sonrisas que no son más que una real transmisión de verdadera infelicidad.
-No quieres preocupar a los demás:
eres muy considerado o quizás
¿egoísta?
Cuando menos quieres preocupar a los demás, más los estás preocupando.
Tu problema no se solucionará si no lo hablas, si no lo compartes con las personas que se encuentran a tu alrededor. 
Confía.
No los preocuparás.
-Te preocupa la imagen que puedas dar:
aunque sabes muy bien que la imagen no lo es todo, pero ¡qué hipócritas somos! Queremos desechar la idea de que nuestra fachada lo diga todo de nosotros, mientras queremos que nos conozcan por dentro.
Debemos dejar de querer dar una imagen irreal y empezar a ser nosotros mismos.
Sonreír cuando en realidad sientes un terrible dolor, no solucionará el problema, tan solo lo prolongará en el tiempo haciéndolo cada vez más insoportable
Las personas que más sufren de la necesidad de reflejar felicidad cuando en realidad sienten tristeza son aquellas que tienen grandes responsabilidades, pues piensan que si ellas se derrumban todo a su alrededor también lo hará.
Pero también las personas perfeccionistas e introvertidas sufren de esto.
La falta de autoestima o la excesiva carga de responsabilidades harán que creas que debes “disimular”.
Realmente, no nos estamos haciendo ningún bien. 
En vez de expresar nuestro problema, hablarlo y permitir que nos ayuden (si está en sus manos), nos estamos encerrando en nosotros mismos, provocando que ese problema no se solucione.
Llegado el momento todo explotará, te derrumbarás y tú solo tendrás que volver a levantarte o pedir ayuda.
No te quedará otra.
No te preocupes.
Tú siempre estás ahí para los problemas de los demás, piensa que los demás también estarán ahí para poder ayudarte.
Hay muchas personas a tu alrededor que te quieren y que te quieren ver bien.
Permíteles que te ayuden, permíteles que te escuchen.
Te sentirás mejor y ya podrás mostrar sonrisas verdaderas, desechando aquellas fingidas que solo te hacían mal.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario