Si ha tenido fracasos en la vida, no se preocupe...
Preocúpese, si ha tenido
derrotas...
La gran diferencia entre fracaso y derrota es que el primer caso se acepta como una lección por asimilar, un pequeño paso más hacia la meta final.
La gran diferencia entre fracaso y derrota es que el primer caso se acepta como una lección por asimilar, un pequeño paso más hacia la meta final.
Los fracasos nos muestran el camino equivocado, que una vez
reconocido no volveremos a recorrer.
Al igual que el zorro, quien se ha ganado
el calificativo de astuto, porque difícilmente vuelve a caer en la misma
trampa.
A menudo, la nube que oscurece nuestro presente sirve para iluminar
nuestro futuro.
En cambio, la derrota es la decisión de no volverlo a intentar, claudicar ante los obstáculos, renunciar a la posibilidad de convertir el fracaso en éxito.
En cambio, la derrota es la decisión de no volverlo a intentar, claudicar ante los obstáculos, renunciar a la posibilidad de convertir el fracaso en éxito.
Somos vencidos sólo cuando nos estimamos
derrotados.
Cada falla, cada fracaso lo convertimos entonces en viento a favor, asimilando la lección, incrementando nuestra experiencia y fortaleciendo nuestra determinación en lograr nuestros propósitos.
Cada falla, cada fracaso lo convertimos entonces en viento a favor, asimilando la lección, incrementando nuestra experiencia y fortaleciendo nuestra determinación en lograr nuestros propósitos.
Es
preferible renunciar a vivir que declararse derrotado, ser un perdedor porque
se ha dejado de luchar.
Un solo objetivo hay que tener en la vida:
Apostar todo
para lograr triunfar.
Autor desconocido
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