martes, 31 de diciembre de 2013

*Los Años...


Porque...

Soy fuerte porque conozco la debilidad.

Soy apasionado porque he experimentado el sufrimiento.

Sonrío porque conozco la tristeza.

Puedo amar porque conozco la pérdida.

Aprecio la compañía porque conozco la soledad.

Puedo llorar de felicidad porque sé lo feo que es llorar de tristeza.

El Helecho Y El Bambú. El Cuento De Kohai Y Sensei



Hace mucho, mucho tiempo, vivía en Japón un campesino que a la vez era aprendiz de artes marciales. Se llamaba Kohai. Eran tiempos difíciles y se necesitaba mucho esfuerzo y tenacidad para continuar adelante compaginando el trabajo con el entrenamiento en artes marciales. 
Otros alumnos de artes marciales, le superaban rápidamente.
Un día, Kohai, se vino a bajo. Renunció a su trabajo, a su relación conyugal y, en definitiva, a su vida. También renunciaría a las artes marciales.
Antes de marchar de su pueblo, fue al bosque para despedirse de su maestro, Sensei.
- Hola, Kohai. ¿Qué te trae por aquí? - dijo el maestro.
- ¡No puedo más, Sensei! Pienso dejarlo todo a no ser que tú puedas darme una buena razón para no darme por vencido - contestó el aprendiz.
- Mira a tu alrededor - le dijo el maestro. ¿Ves el helecho y el bambú?
- Sí - respondió Kohai un poco sorprendido por la pregunta.
- Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di luz y les di agua. El helecho creció muy rápidamente. Pronto se alzó un gran helecho verde brillante, mas nada salió de la semilla del bambú...
- No renuncié al bambú. El tercer año pasó y aún nada brotó de la semilla del bambú. El cuarto año, tampoco. Y por fin, el quinto año, apareció un pequeño brote de la tierra. Un pequeño brote insignificante al lado del frondoso helecho. ¿Y sabes que paso al cabo de tan sólo 6 meses?
- Pues no, Sensei.
- En tan sólo medio año, el bambú creció más de 20 metros de altura. Había pasado cinco años echando raíces. Unas raíces que lo hicieron fuerte y le proporcionaron todo aquello que necesitaba para sobrevivir.
El maestro cogió al aprendiz por el hombro y le dijo:
- Querido Kohai, ¿sabías que todo este tiempo que has estado luchando por tu familia, por tu trabajo y tus metas, realmente has estado echando raíces? No renuncié al bambú. Nunca renunciaría a ti. No te compares con otros - afirmó Sensei.
- El bambú tenía un propósito diferente al del helecho. Sin embargo, ambos eran necesarios para el bosque e hicieron de él un lugar más hermoso - continuó diciendo el maestro. ¡Tu tiempo vendrá! ¡Crecerás muy alto!
- ¿Y qué tan alto debo crecer, Sensei? - preguntó Kohai.
- ¿Qué tan alto crees que crecerá el bambú? - preguntó el maestro.
- ¿Tan alto como pueda? - preguntó Kohai con un tono de indagación y una leve sonrisa.


2014


lunes, 30 de diciembre de 2013

Carta Urgente Del Año Viejo Para Tí

Estimado Tú:
Sí, me refiero a ti, no importa la edad que tengas ni donde vivas, soy el año 2016 que se marcha, ante la inevitable llegada de mi relevo, es el ritual de todos los años que mucha gente lo disfraza de fiesta pero que en verdad, tendría que ser un momento para reflexionar, hacer planes y afilar propósitos.
Soy el 2016 y me encuentro fatigado por tanta infelicidad.
He visitado para despedirme a otras personas, he observado entusiasmos derribados, felicidades clausuradas, amores reprimidos, libertades prostituidas por el libertinaje.
Hoy quiero hablar contigo, preguntarte como usaste los 365 amaneceres que te regalé el pasado año nuevo, ese día que te veías optimista y esperanzado.
Quiero preguntarte si creciste este año, si aprendiste y mejoraste tu conocimiento del arte de vivir, ese sagrado ritual que dura toda la vida y que recién al final el humano se da cuenta que era muy corta.
Quiero preguntarte si aprovechaste todas las oportunidades, si te hiciste fuerte con las adversidades, si saboreaste los atardeceres y te diste tiempo para hacer lo que amas?
Sabes que la gente que no tiene tiempo para hacer lo que ama, termina enfermándose? sabes que en una vida tan corta, perder incluso un día es un suicidio parcial?
Tú sabes que te regalé ese 1ro de enero del año que se fue, muchas oportunidades disfrazadas de instantes, sin embargo, sé que la oportunidad no está para quien está dormido. La oportunidad es una buena noticia solo para quien esta alerta y disponible, dispuesto a aprender y crecer y hacer lo que sea necesario para vivir cada vez mejor. Me preocupa estar marchandome definitivamente y que no hayas aprovechado adecuadamente todo mi tiempo, imagínate, cuantas cosas pueden acontecer en un año bien aprovechado. Me preocupa la gente que se pasa la vida durmiendo, soñando que esta despierta, me preocupa los que viven atrapados en una rutina que al final, por acostumbramiento les parece normal, me preocupa los que viven para aparentar que todo está bien cuando nunca estuvieron bien.
Me preocupa también las nuevas generaciones que derrochan su tiempo, como si este fuera inagotable.
Soy el 2016, parecía hace un año, un tiempo abundante y sin embargo, todo ese tiempo se marchó, sé que es inevitable mi partida, pero también estoy consciente que se puede combatir el paso del tiempo convirtiendo eso inevitable en crecimiento, en incremento de la sensibilidad y recuperación del poder y del autogobierno.
Por ello, quise escribirte esta carta, para invitarte a la reflexión , a la autocrítica, no se trata de arrepentirse, no es necesario sentirse culpable en caso de no haber sabido aprovechar adecuadamente las oportunidades que te traje, lo que busco en el fondo, es que no se repita la historia, que no pase de nuevo otro año y no pase nada en tu vida.
En verdad no sé lo que te trae mi pariente el 2017, pero esto no debe preocuparte, porque los humanos están dotados del asombro, esa capacidad de sorprenderse y con ello aprender y disfrutar de lo imprevisto. Al desconocer lo que te puede pasar, estás obligado a prepararte para todo.
Antes de marcharme quiero dejarte una enseñanza, aunque sea solo una y que la tengas presente todo el tiempo: que ningún día pase sin que hayas aprendido algo, sin que hayas ayudado a alguien y sin que hayas disfrutado.
APRENDER, AYUDAR Y DISFRUTAR es lo que otorga categoría de inolvidable a cada día, recuérdalo.
Que este año nuevo que viene a reemplazarme, no te encuentre desprevenido ni con la típica rutina automática de cada año.
Que el amanecer de este nuevo año te encuentro habiendo concluido una buena y completa autocrítica de todo el año que se fue.
Evalúate sinceramente, identifica los puntos en los que fallaste, elabora un plan de vida que contemple la superación de todos ellos, incrementa tu capacidad de soñar, elige objetivos que este año quieres alcanzar, mejor si eres en este sentido ambicioso, diseña más maneras de lograrlos, establece un cronograma adecuado y un mecanismo de evaluación que te permita darte cuenta a tiempo, si vas en la dirección elegida y con todo esto, recién y no antes, podrás realizar la fiesta, que me despida con un aprendizaje logrado y que reciba al nuevo año, con la actitud adecuada.
A esa fiesta quiero estar invitado, de otra forma, como cada año, prefiero hacer constar mi ausencia, porque me pone triste ver a la gente perdiendo tiempo, que es en el fondo, lo único que tienen.
Yo sé que me entiendes y que nos veremos en la fiesta, de un año, verdaderamente nuevo, que marque el inicio de una nueva atapa, como tú te la mereces.
Un abrazo Año viejo.

CHAMALÚ



Camino Equivocado


No Siempre Es Suficiente


No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.

Aprenderás que con la misma severidad que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.

Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.

Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.


viernes, 27 de diciembre de 2013

El Principiante Y Su Busqueda


La Actitud







Un joven llegó a la entrada de un pueblo y acercándose a un anciano le preguntó:

“¿Qué clase de persona vive en este lugar?”

“¿Qué clase de persona vive en el lugar de donde tú vienes?”, preguntó a su vez el anciano.

“Bueno, un grupo de egoístas y malvados – replicó el joven - Estoy feliz de haberme ido de allí.”

El anciano contestó: “Lo mismo vas a encontrar aquí”.

Ese mismo día, otro joven se acercó al anciano y preguntó:

“¿Qué clase de personas viven en este lugar?”

El viejo respondió con la misma pregunta:

“¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tú vienes?”

“Gente magnífica, honesta, amigable, hospitalaria, me duele mucho haberlos dejado”.

“Lo mismo encontrarás aquí”, respondió el anciano.

Un hombre que había oído ambas conversaciones preguntó al viejo:

“¿Cómo es posible dar dos respuestas diferentes a la misma pregunta?”

A lo cual el viejo respondió:

“Cada cual lleva en su corazón el medio ambiente donde vive. Aquel que no encontró nada nuevo en los lugares donde estuvo, no podrá encontrar otra cosa aquí. Aquel que encontró amigos allá, podrá encontrar también amigos aquí, porque la actitud mental es lo único en tu vida sobre lo cual puedes mantener control absoluto.”



Práctica


De Nada Sirve...

De nada sirve al hombre ganar la Luna si ha de perder la Tierra.

Cada Uno Puede Ofrecer Lo Que Tiene

Un sabio, cierta tarde, llegó a la ciudad de Akbar. 

La gente no dio mucha importancia a su presencia, y sus enseñanzas no consiguieron interesar a la población. Incluso después de algún tiempo llegó a ser motivo de risas y burlas de los habitantes de la ciudad.

Un día, mientras paseaba por la calle principal de Akbar, un grupo de hombres y mujeres empezó a insultarlo. 

En vez de fingir que los ignoraba, el sabio se acercó a ellos y los bendijo.

Uno de los hombres comentó:

- "¿Es posible que, además, sea usted sordo? ¡Gritamos cosas horribles y usted nos responde con bellas palabras!".

Y el sabio respondió: "Cada uno de nosotros sólo puede ofrecer lo que tiene."

 

jueves, 26 de diciembre de 2013

La Creatividad


El Oso



Mira Las Cosas Lentamente







El Mago


 En un show, aquel mago inició su función, sacó unos pañuelos de colores por separados para luego, mientras nos motivaba con su arte, procedía argumentando:- Las situaciones de la vida presentan diferentes tonalidades algunas como estos colores más alegres, sacando de su puño, un pañuelo verde, rojo y naranjo. También existen momentos que son invadidos en nuestra alma por sensaciones que despiertan nuestros sentidos, invadiéndonos de amor, como estas telas rosada y violeta. Sin embargo no podemos descartar que en variadas ocasiones nuestro espíritu se eleva a las alturas seduciéndolos en la  magia de lo sublime como lo es el blanco y el azul. Pero no podemos olvidar que por más que nos irrumpan circunstancias bellas, tenemos en ocasiones algunas imperfecciones y en esos inciertos se tornan en colores grises, negros y café.

Más, ¿Qué pasaría, si metemos todo esto en un saco? Imaginen por un momento que su vida es este recipiente. ¿Qué creen que sucederá? Revuelvan  y observen…Así mismo realizó la acción el hechicero. Preguntó entonces. ¿Se han visualizado en alguna teoría? Bien, veamos que sacamos. Introduce su mano en el recipiente y saca una hilera de pañuelos de colores unidos unos con otros. –Ven- dice el mago lo que tenemos en nuestras manos es la vida. Llena de matices que le decoran haciendo de ella un arcoíris de aprendizajes en donde presenta un comienzo pero no un final. Porque mientras se existe, hay gradaciones de colores y como ustedes saben, cada día hay una tonalidad nueva que nos conlleva a manifestar fe, en la creación de lo infinito.
Ahora bien, si ven  ustedes, mi querido público podrá observar que cada punto de unión de estos pañuelos presenta un nudo. Quisiera amablemente pedir que voluntariamente suba alguien al escenario.
En ese intertanto las luces ya no eran para el artista sino para cada uno de nosotros espectadores del show. De repente una luz blanca encandecente se posó en mi figura.
En instantes la gente irrumpió con aplausos. El joven mago me pregunta- ¿Desea usted subir? Yo ante esas circunstancias pues no dudé y accedí. Ascendí hacia el escenario.
-          Muchas gracias por su buena voluntad- me dice el joven.
-          Mire y me vuelve a mostrar la hilera de colores, piense en algo que lo acongoja, que le gustaría solucionar. Cierre los ojos y visualice esa situación.
Así mismo lo hice. – Logre sentir lo que provoca en usted aquello y elija cualquier parte de esta fila de colores. Procedí a ejecutar la acción. Ahora dígame, mostrándonos como resolvería sus pensamientos.
Entonces tomé la hilera colorida y empecé a tirar y tirar para separar. Pero me di cuenta que mientras más tiraba más se aferraba ese nudo.
El presentador del show me dice, puede buscar usted otra forma si lo desea.
A esa altura ya había tomado ese instante como un desafío, porque no deseaba quedar en ridículo ante los demás. Sentí que me invadía una ansiedad tremenda, tanto así que lograba percibir el calor de las luces y me vi sudando.
Y como todo reto decidí tomar otra opción, queriendo intentar desatar el nudo con mis manos, pero mientras más deseaba más me costaba deshacer lo que con fuerza había atado más.
Fue tanta mi congoja que el mago me pregunta ¿Desea usted ayuda?
Sentí frustración y ante esa derrota objeté con un sí.
Fue cuando tomó mi mano y me dice pase sutilmente sus dedos sobre esta fila.
Lo miré con extrañeza, pero ¡En fin!. El era el mago y supongo que sabe lo que hace.
 No me quedó otra que confiar y tener fe.
Accedí hacer lo que se me pedía y en la medida que iba cumpliendo con la instrucción me percaté que esos nudos desaparecían y todo se mezclaba sin interrupciones.
Al terminar, el mago mostró al público nuevamente la tira de colores. Pero ahora como un fluido sin cortes.
Esto mis queridos amigos es magia… dejar que las cosas en nuestra vida pasen con la sutileza y calma que debe ser es amar y valorar cada instante vivido.
Mientras más nos detenemos en persistir con algo, más tiempo perdemos en derrochar sentimientos que nos desvían de lo que somos, desvalorando instancias que por muy simples que sean marcan la diferencia.
La magia esta en creer que todo pasa, todo se construye, todo se ilumina, todo nos eleva… el arte del encantamiento lo poseemos cada uno de nosotros…¡descubran, admiren! como hoy lo han hecho a través de mi acto.
 Así finalizó su espectáculo con una ovación de aplausos incluyendo el mío. 






miércoles, 25 de diciembre de 2013

Es Un Gran Descubrimiento

Es un gran descubrimiento comprender que no comprendes nada.
Avanza paso a paso en un conocimiento que es infinito.
 

El Árbol Mágico

¿El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. 
Su cortadora eléctrica se dañó y le hizo perder mucho tiempo y luego su viejo camión se negó a arrancar. 

Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. 
Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. 

Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.

Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. 
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. 

Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil.
Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.

“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa.

Luego en la mañana los recojo otra vez. Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…
Sería un árbol mágico?
Autor desconocido

Consejos De Gurdjieff A Su Hija

 82 sabios consejos 
de Gurdjieff a su hija para transitar 
por el camino de la Vida


1.   Fija tu atención en ti mismo, sé consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.

2.   Termina siempre lo que comenzaste.

3.   Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.

4.   No te encadenes a nada que a la larga te destruya.

5.   Desarrolla tu generosidad sin testigos.

6.   Trata a  cada persona como si fuera un pariente cercano.

7.   Ordena lo que has desordenado.

8.   Aprende a recibir, agradece cada don.

9.   Cesa de autodefinirte.

10.              No mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a ti mismo.

11.              Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.

12.              No desees ser imitado.

13.              Haz planes de trabajo y cúmplelos.

14.              No ocupes demasiado espacio.

15.              No hagas ruidos ni gestos innecesarios.

16.              Si no la tienes, imita la fe.

17.              No te dejes impresionar por personalidades fuertes.

18.              No te apropies de nada ni de nadie.

19.              Reparte equitativamente.

20.              No seduzcas.

21.              Come y duerme lo estrictamente necesario.

22.              No hables de tus problemas personales.

23.              No emitas juicios ni críticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.

24.              No establezcas amistades inútiles.

25.              No sigas modas.

26.              No te vendas.

27.              Respeta los contratos que has firmado.

28.              Sé puntual.

29.              No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.

30.              Habla sólo lo necesario.

31.              No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.

32.              Nunca amenaces.

33.              Realiza tus promesas.

34.              En una discusión ponte en el lugar del otro.

35.              Admite que alguien te supere.

36.              No elimines, sino transforma.

37.              Vence tus miedos,  cada uno de ellos es un deseo que se camufla.

38.              Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo.

39.              Vence tus antipatías y acércate a las personas que deseas rechazar.

40.              No actúes por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.

41.              Transforma tu orgullo en dignidad.

42.              Transforma tu cólera en creatividad.

43.              Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.

44.              Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.

45.              Transforma tu odio en caridad.

46.              No te alabes ni te insultes.

47.              Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.

48.              No te quejes.

49.              Desarrolla tu imaginación.

50.              No des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.

51.              Paga los servicios que te dan.

52.              No hagas propaganda de tus obras o ideas.

53.              No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatía, complicidad.

54.              No trates de distinguirte por tu apariencia.

55.              Nunca contradigas, sólo calla.

56.              No contraigas deudas, adquiere y paga en seguida.

57.              Si ofendes a alguien, pídele perdón.

58.              Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público.

59.              Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.

60.              No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.

61.              No conserves objetos inútiles.

62.              No te adornes con ideas ajenas.

63.              No te fotografíes junto a personajes famosos.

64.              No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.

65.              Nunca te definas por lo que posees.

66.              Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.

67.              Acepta que  nada es tuyo.

68.              Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus cualidades.

69.              Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal considéralo tu maestro.

70.              No mires con disimulo, mira fijamente.

71.              No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida invadir toda tu vida.

72.              En el lugar en que habites consagra  siempre un sitio a lo sagrado.

73.              Cuando realices un servicio no resaltes tus esfuerzos.

74.              Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.

75.              Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.

76.              No trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que tú no puedes darle.

77.              Cuando alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.

78.              Vive de un dinero ganado por ti mismo.

79.              No te jactes de aventuras amorosas.

80.              No te vanaglories de tus debilidades.

81.              Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.

82.              Obtén para repartir.