lunes, 18 de enero de 2016

Sin Demorarse En Los Pensamientos...


Al tratar de concentrarse, uno puede llegar a sentirse abrumado por la recurrencia incesante de los pensamientos obsesivos y llegar a la conclusión de que es imposible controlar ese mecanismo ocioso; en ese punto, conviene tener dos cosas en cuenta:
En primer lugar, confrontar las situaciones de la vida cotidiana disciplinando la mente para que conserve su tranquilidad.
Si la mente se involucra demasiado en las fluctuaciones del amor y del odio, la elección entre el bien y el mal, etc; puede llegar a constituir la raíz de un fuerte apego y de esa manera generar pensamientos errados que obstruyen la mente original.
Es necesario mantener la mente atenta en nuestra vida cotidiana.
En segundo lugar, no habría que juzgar la recurrencia de los pensamientos ociosos como una cosa molesta y negativa, sino considerarlo más bien como una compañía que ayuda a estimularnos y avanzar en la práctica.
A través de la repetición del proceso de recoger los pensamientos, la mente va cultivando un poder espiritual que ayuda a establecer los cimientos para llegar al ámbito genuino de la quietud y la no-dualidad.



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