A veces, cuando no me reconozco al espejo, intento contarme una historia cualquiera.
Así, con una identidad nueva, comienzo el día desde cero y me maravillan ciertas cosas y detesto otras muchas.
Avanzo y aprendo, luego avanzo de nuevo.
Pero por la noche soy ya uno más habitando este cuerpo y entonces conversamos todos mis yo, haciéndonos compañía hasta quedarnos dormidos.
Autor desconocido
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