Un hombre adinerado entró a un bar en Panamá.
Tan pronto como entró, notó una mujer negra, sentada en una esquina.
Él se acercó al mostrador, sacó su billetera y gritó,
-Bar tender Voy a comprar bebidas para todos en este bar, excepto para esa mujer negra que está allá.
El Bar tender recogió el dinero y comenzó a servir tragos gratis para todos en el bar, excepto a la mujer negra.
En lugar de molestarse, la mujer negra simplemente miró a el hombre y le dijo: -Gracias.
Esto enfureció al hombre rico
Así que, nuevamente, sacó su billetera y dijo:
-Camarero, esta vez voy a comprar botellas de vino y comida adicional para todos en este bar, excepto para la mujer sentada en la esquina de allá.
El camarero recogió el dinero del hombre y comenzó a servir comida y vino gratis para todos en el bar, excepto a la mujer negra.
Cuando el camarero terminó de servir la comida y las bebidas, la mujer negra, simplemente miró al hombre, sonrió y le dijo, ‘Gracias’, eso lo enfureció más.
Así que se acercó al mostrador y le preguntó al camarero, - ¿Qué pasa con esa mujer negra? He comprado comida y bebidas para todos en este bar, excepto para ella, y en vez de estar enojada sólo se sienta allí, me sonríe y me dice ‘Gracias’. ¿Ella está loca? El bar tender le sonrió al hombre rico y le dijo, -No, ella no está loca. Ella es la dueña de este establecimiento.
Deja que nuestros enemigos trabajen sin saberlo en nuestro favor. No permitas que nadie te humille, ni te menosprecie. Siempre sonríe a la vida, la felicidad nadie te la puede comprar. Cuando habla la ignorancia, la inteligencia se calla, respira y sonríe. |
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