El dueño de la granja gritó:
-El que salte al agua y nade hasta la costa recibirá 10 millones de dólares.
El silencio fue ensordecedor.
De repente, un hombre saltó al agua.
Lo persiguieron los cocodrilos, pero con mucha suerte llegó ileso a la costa.
El dueño anunció:
-Tenemos un ganador.
Después de recibir la recompensa, el hombre y su esposa regresaron a la habitación del hotel.
Entonces el hombre le dice a su esposa:
-Yo no salté por mi cuenta... Alguien me empujó.
Su esposa sonrió y dijo fríamente:
-Fui yo.
Moraleja
‘Detrás de cada hombre exitoso, siempre hay una mujer para darle un empujoncito’
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