‘Una vez gane una de mis primeras peleas y empecé a dar muchos saltos de emoción entonces Cus D’mato me preguntó, -¿por qué haces eso? ¿Por qué das esos brincos como si hubieses ganado por suerte?, has estado trabajando duro todos los días por meses y ahora das saltos como si hubieses ganado por una obra de buena suerte. Yo sabía que podías noquearlo.’
El me dio cualidades y me hizo consiente de ellas, prácticamente destruyo la persona que era y volvió a reconstruirme en una nueva persona, siempre me hablaba sobre la disciplina y el carácter.
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