Últimamente no es tan frecuente encontrar cortos de
animación en 2D, ya que el formato de 3D se ha convertido en un género
prácticamente con autonomía propia, propiciando la creación de algunas de las obras maestras del séptimo arte.
Sin embargo, hoy descubriréis que lo verdaderamente
importante en un corto es el mensaje que se desea transmitir y su manera de
hacerlo. Aunque ya hemos visto algunos cortos de animación sublimes, este guarda un precioso
mensaje que, sin duda alguna, os hará reflexionar.
Nuestros recuerdos dicen quiénes somos, hermosos o hirientes,
ya que muchos de ellos quedaron grabados en nuestra memoria porque dejaron
huella de alguna manera.
Precisamente, esto es lo que quería transmitir la animadora
francesa Hélène Leroux a través de su emotivo corto Floating In My Mind, en el
que podremos ver los distintos hitos que van teniendo lugar a lo largo de la
vida de nuestro protagonista, quien comienza desde su niñez hasta que llega a
ser un anciano. A medida que va experimentando distintas situaciones, el
protagonista va acumulando recuerdos que Leroux ilustra en forma de globos.
Se trata de recurso sencillo, pero muy efectivo para
explicar cómo funcionan los mecanismos emocionales de nuestra memoria. La
prueba reside en que, una vez visto, será muy difícil que os olvidéis de él…
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