No vengas a mí para saber qué hacer con tu vida.
No llames a mi puerta para obtener una información que crees imprescindible para navegar un futuro.
No insistas en verme para que confirme tus ilusiones y alimente tus sueños.
No trates de mendigar comprensión, a la vez que insistes en estar preparado para retornar a mi reino.
Enfádate, ódiame, niégame con todas tus fuerzas cuando no valide aquello que no eres.
Aférrate a lo que crees que es la vida...
No llames a mi puerta para obtener una información que crees imprescindible para navegar un futuro.
No insistas en verme para que confirme tus ilusiones y alimente tus sueños.
No trates de mendigar comprensión, a la vez que insistes en estar preparado para retornar a mi reino.
Enfádate, ódiame, niégame con todas tus fuerzas cuando no valide aquello que no eres.
Aférrate a lo que crees que es la vida...
Sonríe y salta para no sentir
cómo revientan tus entrañas ante el verdadero amor que no sabes mirar a los
ojos.
Creéte de nuevo las mentiras y las esperanzas.
Siente que ya me has hecho tuyo, que ya me viste, que ya lo sabes, que ya has llegado, que ya puedes descansar... En ese mismo instante arrancaré a jirones las escamas de tu seguridad y temblarás de nuevo ante mí.
¿Piensas que tu entrega es total, que ya te rendiste, que ya vas de vuelta?...
Creéte de nuevo las mentiras y las esperanzas.
Siente que ya me has hecho tuyo, que ya me viste, que ya lo sabes, que ya has llegado, que ya puedes descansar... En ese mismo instante arrancaré a jirones las escamas de tu seguridad y temblarás de nuevo ante mí.
¿Piensas que tu entrega es total, que ya te rendiste, que ya vas de vuelta?...
No sabes nada...
Elena García Toro
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