Quiero compartir con ustedes un poco de mis enseñanzas de Aikido, el
arte de la paz, que esta unido a la filosofía del Bushido. No puedo
expresar algo que solo se comprende practicando, son años de
entendimientos, pero ya que estamos en la época, quizás tengas cerca un
cerezo y puedas apreciar y sentir el mensaje que nos entrega y
conectarte un poco con la verdadera esencia del guerrero, que todos
llevamos dentro, sin necesidad de que sigas una disciplina del Budo.
La flor del cerezo es autoctona de Japón, fue elegida en el medioevo
como el simbolo del espíritu del Samurai (Guerrero). Nace a la salida
del sol y cae de la rama el mediodía para morir, en el esplendor de su
belleza.
Así como la Sakura, el Samurai se entrega a la muerte sin temor, en pleno apogeo de su sabiduría y su arte.
La Sakura florece en tiempos adversos, en invierno antes de la
primavera. Nos enseña la resurrección, el renacimiento y la muerte en el
ciclo eterno de todas las cosas.
No produce fruto, aparece para
entregar belleza al mundo en su sacrificio. Desaparece sin dejar rastro y
aparece cuando el guerrero mas la necesita, en los momentos oscuros del
invierno del alma, para entregar su magnificencia sin pedir nada a
cambio.
Que florezca en ti la flor del Cerezo, Sakura...
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