El guerrero debe, pues, ser cazador para no ser cazado.
¿Y qué caza el guerrero?
Sus propias debilidades, es decir, su tendencia a dejarse arrastrar por los hábitos de sus semejantes.
El hombre común busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en sí mismo.
El guerrero busca la impecabilidad en sus propios ojos y llama a eso humildad.
El hombre común está enganchado a sus prójimos mientras que el guerrero solo depende de sí mismo.
El Camino del guerrero "La maestría del ser"
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