Cuando te encuentras con la sombra de otra persona, con su energía de culpar y avergonzar activada por su propia herida, tienes la oportunidad de realizar una intensa práctica espiritual.
¿Puedes ver su inocencia detrás de la sombra?
¿Puedes, aunque esa persona intente
culpabilizarte, ver y conocer tu propia inocencia?
Las personas que te irritan son tus mejores maestros.
Reflejan las partes de ti mismo que aún no has sanado.
Si puedes mirar, detrás de la sombra, la
luz que llevan dentro, también puedes reforzar tu propia inocencia mientras
contemplas la suya.
Paul Ferrini
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