Descansar no es solo dormir.
Descansar es, también, parar el reloj, cerrar los ojos volar.
Es mirar el cielo y el mar.
Apreciar cada uno de los paisajes a tu alrededor, aunque no te resulten fascinantes, porque si además de mirar, aprendes a ver, entonces encontrarás en cada paisaje la belleza.
Es pasear por las calles, sentarse en un café y ver la gente pasar.
Descansar no es solo tumbarse, es también dedicar tiempo a las cosas simples.
Descansar es, por un momento liberar tu cuerpo y tu alma de todas las cargas para poder seguir haciendo frente a la vida.
Es amarte lo suficiente para que no te queden dudas de que mereces lo mejor.
Descansar es, saber que no hay nada mejor que lo mutuo, el estar con alguien con quién puedas compartir risas, amor y alegrías.
Descansar es cuando podes desacelerar el paso que te lleva hacia tus metas, porque logras entender que la grandeza no está al final del camino, sino que la grandeza es el camino.
Estefanía Talavan