A veces no llegamos a entender que implica tomar una decisión.
Generalmente pasa algo o esperamos algo entonces evaluamos las posibles consecuencias de la próxima acción para corregir o anticiparnos.
Pero sucede que muchas veces, al tratarse de una medida preventiva, no estamos lo suficientemente convencidos y esperamos que la cosa cambie, dudamos de que si realmente es necesario tomar determinadas medidas.
Y eso es debido a que en realidad la "decisión no está tomada".
Tomar una decisión supone una reflexión previa y lo más importante es no volver a plantearse lo mismo para poder seguir adelante sin perdidas de energía innecesarias, lo cual nos permite hacer otras cosas interesantes.
Requiere de una gran fuerza de voluntad, requiere de Inteligencia y por eso evitamos agotarnos porque ya no hay luchas, ya no hay idas y vueltas, ya no se camina en círculos, se encuentra la salida y se va hacia allí sin dudar... pero y ¿si nos equivocamos de salida?... es posible, sin embargo siempre podremos aprender del error porque en esta postura lo veremos y podremos tomar una nueva decisión, quizás más ajustada a la realidad, nuestra realidad, basada en la experiencia ganada.
Ya ves, nada se pierde. Como diría Lavoisier:
‘en la Naturaleza nada se pierde, todo se transforma’, y esto va desde lo más sutil a lo más concreto.
Vencer el miedo a la responsabilidad que implica tomar una decisión es crecer...
Y crecer se crece toda la vida.
Desconozco el autor
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