Detesto La Mediocridad

Detesto la mediocridad…

Que con demasiada frecuencia se recompensa en la sociedad actual.

Personalmente, solía caminar en el fango de la mediocridad y estar bien conmigo mismo...

Lo más aterrador fue despertar y darme cuenta de que podría haber vivido toda mi vida de esa manera, fuera de forma, sin cumplir, tonto como una caja de rocas y sin tener la mente abierta lo suficiente para permitirme abrazar el dolor y el sufrimiento, al nivel que hoy puedo hacerlo, ha sido un cambio de vida por completo...

Un día me desperté y tragué la píldora de la dura realidad.

No todo es sol y paraíso, es un mundo difícil, le importas un carajo tú o yo. Si quiero el éxito, tengo que forjarlo y estar dispuesto a pasar por sus altibajos; si quiero un cambio, tengo que ser el cambio con una fuerza implacable y sin disculpas; si quiero ayuda, tengo que buscarla y buscar orientación con la mente abierta y la boca cerrada, a menos que tenga preguntas, pero nunca para hablar o demostrar un punto.

Tienes que tomar el volante y conducir para cambiar verdaderamente todos los aspectos de tu vida física, mental y espiritualmente.

Hay mucha autorreflexión por hacer, porque muchos de nosotros estamos dispuestos a culpar a otros, a otras situaciones o circunstancias antes de apropiarnos de nosotros mismos.

Tenemos que ser sobrevivientes, no víctimas.

Este camino no es fácil en lo más mínimo, pero vale la pena.

¿Cuál es el camino?

El camino de una mente sana y un cuerpo sano.

No, esto no es una solución permanente, pero es una forma increíble de vivir.

 Autor desconocido