Mauro Smyth |
La vida había estado ahí siempre,
paciente,
y ahí estará,
esperando tu llegada...
fue pasando,
entre obligaciones,
quehaceres,
caprichos...
se fue desdibujando el compromiso con lo propio,
con la verdad,
con la esencia,
con vivir la propia vida,
como si lo importante fuese a suceder en otro momento,
como si el futuro fuese un tiempo mejor,
como si el ahora pudiese esperar a ser otro momento diferente.
La vida fue pasando,
observando,
permitiendo que cada quien tome su tiempo,
haciendo un recordatorio,
de vez en cuando,
de que ahora es ahora
y no lo que ya ha sido
ni lo que será.
Hay quien consigue escucharlo,
en el corazón,
abriendo la oportunidad
de rescatarse a si mismo
del sueño eterno...
Es en este instante,
abrir los ojos,
mirar desde dentro,
estar,
sin evitar,
sin forzar,
sin fantasear,
sin menos,
sin más.
paciente,
y ahí estará,
esperando tu llegada...
fue pasando,
entre obligaciones,
quehaceres,
caprichos...
se fue desdibujando el compromiso con lo propio,
con la verdad,
con la esencia,
con vivir la propia vida,
como si lo importante fuese a suceder en otro momento,
como si el futuro fuese un tiempo mejor,
como si el ahora pudiese esperar a ser otro momento diferente.
La vida fue pasando,
observando,
permitiendo que cada quien tome su tiempo,
haciendo un recordatorio,
de vez en cuando,
de que ahora es ahora
y no lo que ya ha sido
ni lo que será.
Hay quien consigue escucharlo,
en el corazón,
abriendo la oportunidad
de rescatarse a si mismo
del sueño eterno...
Es en este instante,
abrir los ojos,
mirar desde dentro,
estar,
sin evitar,
sin forzar,
sin fantasear,
sin menos,
sin más.
Photo by hannah grace on Unsplash
No hay comentarios.:
Publicar un comentario